Dirigido por Tetsuya Yanagisawa. Realizado por TNK. Emitido en 2004.
Una estudiante de secundaria exhuberante y amable pero introvertida, Kurusugawa Himeko, recibe la atención de la número 1 del instituto, Himemiya Chikane, una señorita de alta alcurnia con innumerables destrezas.
Se encuentran unas cuantas veces, empiezan como si fuera un sistema «onee-sama» (véase Maria-sama ga Miteru) y desarrollan una amistad muy profunda. Justo entonces, les toca salvar el mundo.
¿Acción, mechas y romance debidamente equilibrados? ¡Sí, es posible!
Gráficos: 9
Los escenarios están bastante detallados, dentro de los parajes habituales japoneses. Los mechas están más detallados todavía, aunque algunos tengan poco papel. Y los efectos son muy llamativos, en ocasiones demasiado, igual que los uniformes. (Por eso no otorgo un 10)
Sonido: 9
La música es épica. A veces es también demasiado llamativa, pero sin robarle protagonismo a la situación. Las voces son buenas; la de Himeko puede sonar muy recalcitrante, pero es que no puede tener otro tipo de voz
Además, la artista Kotoko me ha conquistado, convirtiendo al ending en una de mis canciones favoritas.
Argumento: 9
Al principio parece otra novela culebrónica yuriense (aunque no sean sólo ellas dos). Y la verdad es que la relación entre Himeko y Chikane mueve el resto de la historia. Llega tanto a extremos cursis como a extremos agresivos, y no me refiero a una infidelidad ni nada por el estilo.
Como de forma predestinada, resulta que las dos son encarnaciones de unas sacerdotisas de una leyenda japonesa (Sacerdotisas del Sol y de la Luna), que deberán luchar contra una fuerza del mal (Orochi), compuesta por ocho personas que han sufrido grandes tragedias y desesperaciones en su vida. Y tanto estos, como las protagonistas y una especie de príncipe, lucharán tanto con katanas como con mechas.
Hay pocos momentos de tranquilidad y de mirar el paisaje, y es inevitable que el espectador se sobrecoja en algún momento.
Personajes: 9
Todos podemos odiar a Himeko, por lo frágil y violable que suele ser (te tomo la palabra, Carboanion). Pero todos los demás personajes, tanto los buenos (que no falte el número 2 del instituto, el ultra-caballero Souma Oogami) como los malos, tienen unos diseños tremendamente variados y espectaculares. Vale, sí, los malos siguen varias tendencias otakus (hasta hay una lolita enfermera con orejas de gato), pero para lo poco que aparecen tienen de sobra; se necesitaría más serie para admirarles lo suficiente.
Conclusión: 9
Lo siento por los detractores de las relaciones homosexuales, pero si sólo se fijan en eso, no sabrán apreciar toda esta obra. En serio, todos los que quieran un argumento lo bastante complejo e intenso, que se miren este anime.
Y a pesar de que dura 12 episodios, el final no deja nada abierto (salvo para los que quieran más romance, aunque para entonces ya no cobraría tanta importancia). Intensa hasta el final.
Hay manga, que se lanzó al mismo tiempo que el anime. En España no sabemos nada de Kannazuki no Miko. Por cierto, también puede encontrarse escrita «Kannaduki no Miko».
Para más información, prueben con este otro artículo. (Sana publicidad blogística)
Semana Dorada 